Es el capitán de su fracaso de feminidad normativa. Su barco migrante ha salido de Rusia hace 6 años y nunca pudo volver por razones políticas. Navega muy bien en el mar de sus ritmos, canciones, chistes y performances.
Con sus primeras actuaciones este artista ha ganado varias coronas por el mejor show en drag races en Barcelona, y moviendo activamente su arte y militando, se ha hecho una figura visible de la comunidad de drag kings y de artistas queer de la ciudad.